Por qué huimos del silencio que buscamos
Dices que quieres paz.
Pero cuando llega el silencio,
lo llenas de ruido.
Enciendes la tele de fondo.
Revisas el móvil sin razón.
Buscas cualquier distracción
que te aleje de ti mismo.
No es que no quieras calma.
Es que le temes a lo que aparece
cuando todo se detiene.
El silencio no es vacío.
Es el espacio donde emergen
las cosas que evitaste todo el día.
Por eso huimos.
Porque la paz verdadera
no es cómoda al principio.
Callarte por fuera es fácil.
Callarte por dentro
requiere valentía.
Queremos descansar la mente,
pero sin atravesar
lo que la mantiene inquieta.
El silencio no es el enemigo.
Es el espejo.
Y a veces,
mirarse de frente
da más miedo que seguir corriendo.
Pero hay algo que pasa
cuando finalmente te detienes:
descubres que puedes sostener
lo que antes te asustaba.
El silencio no te destruye.
Te devuelve a ti.
✨ Para cerrar
No huyas del silencio que buscas.
Quédate un minuto más cada vez.
La paz no está al otro lado del ruido.
Está en aprender a quedarte quieto.
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